La muerte no se anuncia, pasa silenciosa, dolorosa enmedio de la nostalgia de los olores de la infancia: la casa de lerdo, las navidades, el huevo con azúcar, el cedrón, etc. Añoró en mi memoria todos los momentoa vividos junto a ti. Todavia días antes me abrazaste y me consolaste por la muerte de mi Paloma, decías que tenía derecho a llorar porque loa animales se vuelven parte de ti, que tu habías sufrido la perdida de yiyi (tu perrita). Hoy me cuestionó ese abrazo que fue un adios que se convierte en lágrimas.
Las personas no mueren mientras vivan en nuestro corazón y ahí tu habitas en un lugar muy especial donde también está mi amor (mi abuelo).
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