7/10/07

De como un refrigerador de supermercado se comió a Optimus Prime...

En la semana mi madre y yo pasamos por Carlitos mi sobrino a la primaria. Al salir este de la escuela llevaba en sus manos un Robot de los Transformers (caricatura de mi época) para ser exacta a Optimus Prime, este juguete nos contó mi pequeño Carlos le había costado 3 pesos en el recreo, me gusto era un juguete hecho en inyección de plásticos (me sale lo diseñadora industrial) muy bonito plateado, pude distinguir que personaje era puesto que hace ya mas de un mes había ido con Yorch al cine a ver la película y después con Alberto lo que hizo rememorar mis días de niña no muchos ayeres atrás (jajajaja), por cierto, la sala repleta de personas de nuestra generación. Bueno, regresando a la historia nos subimos al auto y nos fuimos rumbo al supermercado para comprar algunas cosas que nos hacían falta para cocinar en la semana.




Entonces caminamos por todo el centro comercial mientras Carlos jugaba con Optimus Prime, primero subido en el carrito, obviamente en la parte delantera pues ya creció...snif, snif!!!!! Ya no es bebé mi pequeñin. Se canso de ir dentro del carrito y yo lo baje (cosa que me costo trabajo, pesa mucho) para que caminará a un lado y como buen latoso que es venía colgándose en el carro del supermercado. También se puso a jugar en los estantes...con su robot.


Al llegar al área de congelados mi madre y yo estábamos escogiendo unos nuggets de pollo y comprando unos cortes de carne para la semana se los estaban preparando a mi madre para congelar. De repente, observe que Carlitos como es costumbre ya no estaba a mi lado si no a un metro de distancia junto a un refrigerador que almacenaba pollo congelado y jugaba con su Optimus Prime a caminar entre la carne, así que, le dije: - ¡Carlos deja de hacer eso, se te va perder tu robot! - y obviamente como es su costumbre no me obedeció...de repente vi que ya no tenía el robot en la mano y miraba por un orificio como buscando, cuando me acerqué cuál fue mi sorpresa que Optimus Prime pendía de una rejilla y colgaba hacia un hoyo que daba al interior del refrigerador. Viendo esto con mis uñas (enormes por cierto) intente alcanzarlo para rescatarlo, pero fue en vano este resbalo y desapareció del exterior. Cuando mire a Carlos este ya estaba con unos ojos tipos Remmy llorando por su robot que había sido devorado por el refrigerador...mi madre y yo sin que nos viese reímos de tan chusco momento que para mi Carlos fue una gran tragedia y mi madre para hacerlo sentir mejor le dijo que su robot se había convertido en el hombre de hielo, pero a Carlos no le causo ninguna gracia saber que Optimus Prime era ahora un cubo de hielo ¡Pobrecito, que triste final! y continuo llorando.


Y pues a mi esta historia del refrigerador devorador de transformers me continua causando mucha gracia...jajajajajajajajajajajajaja




Nota: Así que si un día vas con un niño al supermercado manténgalo alejado de los refrigeradores y cuéntele que no son amigos de los juguetes.

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